
Defender la verdad de Cuba, razón de vida de tres jóvenes diplomáticos
Formar parte de esos hombres y mujeres que tienen la responsabilidad de defender —muchas veces de manera anónima— la verdad de Cuba en todos los rincones del mundo, es quizás el premio más gratificante para quienes eligen ser diplomáticos. Asdrúval de la Vega, Mirthia Julia Brossard Oris y Alejandro González Behmaras, lo confirman.
Abelardo Moreno, los secretos del arte y la ciencia de la negociación
Abelardo Moreno Fernández escribe sus memorias. Llegó a la diplomacia hace más tiempo del que quiere rememorar y recuerda que tiene “unos cuantos años ya”. Siembra el enigma y, sin vacilar, impone la duración de la entrevista: “Solo 10 minutos”. Luego se olvida del reloj.
Nuestra Isabel Allende: Cuando se vulnera la dignidad se acaba la diplomacia
Isabel Allende Karam está a punto de cumplir 75 años. Asegura que ha comenzado a “desentrenarse del alto rendimiento”. Nadie le cree. Hay razones del corazón que el cuerpo no conoce. Toda ella tiene ganas incesantes de vivir, de verbalizar el tiempo, de recordar para que los demás no olvidemos.
Ana Fidelia Quirós: Los diplomáticos cubanos son sinónimo de tenacidad y preparación
Tenacidad y preparación son dos de los calificativos que, según la Gloria Deportiva Ana Fidelia Quirós, definen a los diplomáticos cubanos, quienes desempeñan el importante rol de llevar y defender la verdad de la Isla en cualquier parte del mundo.
Tenía 15 años “era un flacucho con menos de 40 kilos de masa corporal”. Al filo del mediodía, lo empujaron hacia el interior de la Novena Estación, ubicada en Zapata y calle C, al lado del Castillo del Príncipe, en La Habana. El teniente coronel Esteban Ventura Novo, jefe de distrito de la Policía, lo esperaba “enterito”.
Abel Prieto: “Nuestra diplomacia ha defendido a Cuba y a las mejores causas de la humanidad”
Conversamos con Abel en la residencia de Calzada esquina a 4, donde vivió y murió José Francisco Martí Zayas-Bazán, el Ismaelillo, quien, “más allá del verso, fue caballero intachable” y “supo vivir puro, como su padre había querido”.